Proyecto de contra-construcción (axonométrico) - Theo van Doesburg
Proyecto de contra-construcción (axonométrico) - Theo van Doesburg

Proyecto de contra-construcción (axonométrico) - Theo van Doesburg

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Autor: Van Doesburg
Título: Proyecto de contra-construcción (axonométrico)
Título inglés: Contra-Construction Project (Axonometric)
Ubicación original: The Museum of Modern Art, Nueva York, EE. UU.
Año: 1923

En 1923, Theo van Doesburg y Cornelis van Eesteren desafiaron la concepción tradicional de la arquitectura con su "Proyecto de contra-construcción (axonométrico)", un manifiesto visual que buscaba desmontar la idea de los espacios cerrados y la estructura centralizada. Van Doesburg, pintor y teórico del neoplasticismo, comprendió que la arquitectura debía expandir su lenguaje más allá de la utilidad funcional, convirtiéndose en una expresión de ritmos y relaciones espaciales. Van Eesteren, un arquitecto con formación técnica, aportó la precisión matemática necesaria para transformar estas ideas en proyecciones concretas.

La composición de este proyecto elimina las jerarquías convencionales: no hay una fachada principal ni un volumen cerrado que domine la estructura. En su lugar, los planos flotan en un equilibrio dinámico, como si la arquitectura pudiera respirarse desde múltiples ángulos sin ser atrapada en una perspectiva única. La elección de representar la obra en una vista axonométrica no es casual; busca reforzar la idea de un espacio abierto en todas sus dimensiones, donde el espectador no está condicionado por un punto de fuga impuesto por la perspectiva clásica.

La relación entre Van Doesburg y Van Eesteren no fue accidental, sino el resultado de la evolución natural del De Stijl, donde la pintura y la arquitectura comenzaron a dialogar de manera más estrecha. Mientras Mondrian buscaba la pureza absoluta en la bidimensionalidad, Van Doesburg entendía que sus principios podían traducirse a la tridimensionalidad, siempre que se respetara la independencia de los elementos y su equilibrio dentro del conjunto. Van Eesteren, con su experiencia arquitectónica, se convirtió en el cómplice perfecto para trasladar estas ideas a proyectos espaciales, marcando una diferencia clave con las tendencias tradicionales de la época.

El proyecto de contra-construcción no solo anticipó la disolución de los espacios cerrados en la arquitectura moderna, sino que también influyó en movimientos posteriores como el constructivismo ruso y la Bauhaus. La idea de una arquitectura que no se construye a partir de muros y volúmenes cerrados, sino de planos flotantes y relaciones de tensión, inspiró a diseñadores como Gerrit Rietveld y más tarde a figuras del minimalismo como Donald Judd.

A más de un siglo de su concepción, esta obra sigue resonando en la arquitectura contemporánea. La descentralización del espacio, la fragmentación estructural y la idea de un edificio concebido más como una composición pictórica que como una caja habitable son principios que aún desafían nuestra manera de entender la relación entre arte y función.